Proceso

El galvanizado en caliente, a diferencia de cualquier otro tratamiento, es el único proceso que obtiene un efecto conveniente en lo económico y duradero en el tiempo. Se realiza mediante la inmersión de las piezas dentro de un baño de zinc fundido con una pureza del 99,99% y que es la protección más recomendada en el mundo para garantizar la más alta resistencia, en las más duras condiciones climáticas, a las que se ven expuestos los distintos tipos de aceros.

Entre los aceros y el zinc se produce una aleación en la capa límite y hacia el exterior, la cual es extremadamente beneficiosa contra el avance de la corrosión.


Proceso Galvanizado


1. Desengrase. Se realiza en una solución alcalina en caliente, donde se sumergen los materiales a galvanizar para quitarles los aceites y las grasas.

2. Enjuague. Está destinado al lavado de piezas del paso anterior.

3. Decapado. Inmersión de los materiales en una solución ácida (ácido clorhídrico).

4. Enjuague. Barrido del ácido y sales de óxido de hierro.

5. Flux. La solución de flux (cloruros de amonio y zinc) potencia la aleación acero – zinc.

6. Secado y precalentado.

7. Galvanizado. Inmersión de las piezas en un baño de zinc fundido a 450ºC para formar la aleación acero – zinc.

8. Enfriado. Se realiza en agua a temperatura ambiente.

9. Terminación. Revisión del 100% del material procesado.

10. Depósito. Traslado a playón para entrega o retiro.